Reseñas: El hombre que cayó a la Tierra
Mi marciano (melancólico) favorito
por Matías Carnevale
Publicada originalmente en 1963, y reeditado en 2023 por Alfaguara, la novela de Walter Tevis cuenta la humanización-degradación de un ser cósmico que cae a nuestro planeta, habita entre los complacientes y paranoicos norteamericanos de principios de los sesenta, y desiste de salvarnos.
Es un curioso ejercicio de ciencia ficción autoconsciente, que se burla de las convenciones del género. Tevis escribe ciencia ficción como si estuviera inventando algo, de ahí la frescura de la novela.
La cultura occidental está llena de seres que caen de los cielos: Ícaro, Satán, Superman… Algunos son serviciales, otros demasiado ambiciosos, otros son enemigos de la humanidad. Thomas Jefferson Newton, nuestro protagonista del espacio, tiene múltiples facetas: lo piensan homosexual, un freak –“raro como la leche verde”, “probablemente lituano, o de Massachussetts”. Lo cierto es que el alienígena trae consigo un conocimiento técnico superior, es un genio inventor (algo sugerido en el nombre que adopta) que se vuelve un triste y elongado hombre, adicto a la ginebra y a los vínculos fallidos. Jefferson entabla relaciones laborales, que se parecen un poco a la amistad, con dos adorables perdedores: Betty Jo, una femme no-fatal, y el científico Nathan Bryce, el primero en sospechar que el rico inversionista que desea contratarlo es en realidad un extraterrestre. Si Bukowski o Carver hubieran intentado escribir ciencia ficción, este hubiera sido el resultado.
En 1976, el verdadero starman David Bowie se calzó el disfraz de T.J. Newton para la adaptación al cine del inglés Nicolas Roeg. Aunque el film es inferior a la novela, permanece como una obra de culto, principalmente porque el etéreo y sexualmente ambiguo Bowie nació para hacer de extraterrestre. Existe otra adaptación, un espantoso telefilm de 1987 que oscila entre la comedia y el ridículo y conviene relegar al olvido absoluto.
Podemos aventurar algunas razones por las cuales Alfaguara reeditó esta novela que, curiosamente, ha sido poco leída entre los cultores de la ciencia ficción: primero, por el éxito de la serie Gambito de dama (el libro en la que se basa es del mismo Tevis) y, luego, por la serie homónima de 2022, que tuvo entre sus guionistas a Jenny Lumet, hija del gran Sidney, director de Serpico, entre otras maravillas. Las editoriales suelen recordarnos que atrás de las series existe un libro que pueden vendernos. Bienvenida sea esta decisión, porque de otra manera nos hubiéramos perdido de leer una novela deleitable.