Lecturas: Por qué nos creemos los cuentos
Proyecciones de la ficción
por Gastón Fiorda
En Por qué nos creemos los cuentos, Pablo Maurette teoriza sobre el modo, la forma, en que se construye evidencia en la ficción; cuál sería el estatuto de realidad que corresponde a las creaciones artísticas, no sólo literarias. Explica por qué algunas obras nos apasionan, nos atraviesan, nos interpelan y otras nos resultan indiferentes. Habla de la compenetración como un fenómeno revelador en el que se nos manifiesta esa otra realidad de la obra de arte.
Las nociones de compenetración, evidencia y perspicuidad de las que se ocupa el libro se fundan sobre el concepto de la estética, que considera crucial el rol de ese otro en la construcción de sentido, una noción de sentido que para el autor está definido por tres elementos: la condición de posibilidad de la percepción; la individualidad de cada sentido particular y el modo en que se manifiestan; la interpretación.
Mecanismo por el cual nos acoplamos al mundo que propone la obra, la compenetración es la aceptación de esa nueva dimensión de lo real. Una dimensión que funciona y nos hace efecto, y que se da cuando se nos presenta un mundo cierto y evidente.
La compenetración no es una acción voluntaria, sino que es algo que irrumpe, y cuando sucede, el lector pasa a tener una posición activa frente a la obra; más que lector, se convierte en testigo. Y eso se logra porque somos seres anfibios; es decir, capaces de habitar dos mundos de manera simultánea.
No estamos locos, tampoco soñamos despiertos cuando leemos. Sabemos que ese mundo ficticio del cuento es muy distinto del mundo real, pero lo aceptamos y lo proyectamos en nuestras emociones. Quizá sin saberlo del todo, seguimos siendo tan platónicos como los antiguos griegos, dando suma preponderancia a la idea por sobre la cosa concreta, lo material, la realidad.
